Existen datos de la Organización Mundial de la Salud que muestran que hasta el 20% de la población mundial han sufrido en algún momento de su vida un traumatismo dental. Y es que es un hecho más habitual de lo que pensamos: se hace imprescindible que las personas sepan cómo actuar ante un caso como este y reconocer qué tipo de traumatismo sufre.
En primer lugar, un traumatismo dental es una lesión que se produce en la dentadura. Si ampliamos el concepto a un traumatismo bucodental, en este incluiremos también los problemas sufridos en el resto de la cavidad bucal. Los principales factores de riesgo son tanto ambientales (factores externos como hábitos diarios, golpes) como fisiológicos (por una malformación de la dentadura, por ejemplo).
Además, estas lesiones aparecen en gran medida en niños, lo que puede repercutir en el resto de su vida. Tal es el nivel que se considera la segunda causa de atención odontológica en niños, tras el tratamiento de las caries dentales.
¿Cómo prevenir un traumatismo dental?
Como en cualquier otro sector sanitario, la mejor solución para los problemas es la prevención. Si bien es cierto que una lesión puede no estar relacionada con ningún aspecto personal ni estar bajo nuestro control, podemos seguir una serie de recomendaciones que harán que las probabilidades de sufrir un traumatismo dental disminuyan.
- Utilizar las medidas de seguridad como el casco y le cinturón ante posibles accidentes leves.
- No introducir en la boca ni morder cuerpo extraños ni objetos (como lápices).
- Emplear férulas de protección para la realización de determinados deportes.
- Si se trata de un niño, vigilar su comportamiento (al meterse cosas en la boca, al practicar deporte, etc).
Clasificación de traumatismos dentales
Los traumatismos dentales pueden tener varios niveles de profundidad y gravedad, lo que determinará un tratamiento odontológico u otro. Generalmente, la clasificación se subdivide en los traumatismos eminentemente dentarios y los que se relacionan con el periodonto.
Traumatismos dentales:
- Fracturas de la corona. Son los más habituales. Pueden afectar a la pulpa, la dentina o el esmalte (según su nivel de gravedad).
- Fracturas corono-radiculares. Afectan a la corona y a la raíz.
- Fracturas radiculares. Afectan a la raíz del diente.
Traumatismos del periodonto:
- Subluxaciones. Como ya se ha mencionado, este afecta a la parte periodontal de la boca y al tejido vásculo-nervioso. Una de sus consecuencias puede ser el movimiento del diente al que sustenta.
- Luxaciones. Las luxaciones además de afectar a las partes mencionadas en las subluxaciones, provocan el desplazamiento del lugar originario en el que se encontraba el diente. En ocasiones puede afectar al hueso alveolar.
¿Qué hacer ante un traumatismo dental?
A pesar de que un traumatismo dental pueda presentar diferentes niveles de gravedad, en cualquiera de los casos es imprescindible actuar con rapidez y acudir a un dentista especializado en su tratamiento como en reconstrucciones dentales.
Además, la guía de actuación no depende de si se ha producido una fractura del diente o una expulsión completa. Una vez se ha producido la lesión debemos:
- Buscar el trozo o la pieza dental que se ha desprendido. Si se actúa de forma rápida, el trozo puede ser incluso adherido al diente sin ningún problema.
- Mantener la pieza en la boca o en un vaso con agua. En este paso debemos tener especial cuidado de no tocar la raíz (en el caso de que se haya perdido la pieza completa).
- Acudir al especialista más cercano.
En definitiva, un traumatismo dental puede suponer un problema muy grave en cuanto a la salud bucodental de una persona. Una rápida actuación y conservación de la pieza pueden conseguir la recuperación del diente a través de un tratamiento especializado. Sea cual sea tu situación, confía en especialistas. Si has tenido o sufres de un traumatismo dental, te esperamos en nuestra clínica dental de Málaga.
