Sistema Damon
Los brackets empleados en este sistema son llamados brackets de baja fricción, pues están diseñados con una compuerta que deja encerrado el alambre sin presionarlo (no requieren gomas para sostener el alambre), lo que permite que las fuerzas ejercidas sobre los dientes sean más suaves, trayendo consigo menos dolor, menos número de visitas de control, menor tiempo de tratamiento y ninguna extracción.
Además, no será necesario el uso de aparatología de expansión ya que los brackets por sí solos provocan una expansión en la arcada (iluminando la cara al rellenar la sonrisa).
La duración aproximada del tratamiento con el Sistema Damon es de 18 meses, en lugar de 24-28 meses con el sistema convencional.
Usamos brackets metálicos y transparentes. Su elección depende de cada caso, teniendo en cuenta factores como las condiciones bucales, el compromiso estético y las expectativas del paciente.
Brackets de Zafiro
Los brackets de zafiro son la solución ideal, discreta y económica para aquellos pacientes que desean corregir su sonrisa sin tener que mostrar los brackets metálicos o gastarse un poco más de dinero con un tratamiento Invisalign.
Estos brackets transparentes, a diferencia de los de metacrilato, son resistentes, transparentes y no se manchan. Son igual de cómodos que los metálicos, pero pierden un poco de eficacia en los movimientos respecto a estos últimos ya que la interfaz entre alambre y la ranura de zafiro no genera tanta precisión y fuerza como con la ranura metálica.
Brackets Insignia
Insignia es un sistema de brackets que combina la tecnología 3D con avanzados algoritmos informáticos y un software interactivo de diseño individualizado para conseguir una oclusión perfecta y una hermosa sonrisa.
Una vez el ortodoncista diseña y planifica la sonrisa, con Insignia se fabrican los brackets y los arcos de forma personalizada para tus dientes, con el objetivo de proporcionar una mejor oclusión y una dentadura alineada de forma permanente y en menos tiempo.
La planificación digital y la vista en 3D permiten a su ortodoncista un mayor nivel de individualización y de detalle, proporcionando mejores resultados en un periodo más corto de tiempo.
Brackets convencionales
La ortodoncia con brackets metálicos convencionales consiste en la colocación de aparatos fijos que se cementan en los dientes y se mantienen allí hasta que finaliza el tratamiento. Este tipo de aparatos son resistentes, eficaces en el control radicular; se caracterizan por necesitar de alambres y ligaduras para mover los dientes y, también, por ser la opción más económica del mercado.
Requieren control cada mes y mucho compromiso con la higiene, ya que, por su diseño, pueden propiciar el acúmulo de alimentos y placa.